viernes, 31 de marzo de 2017

Actividad bloque 1 . Lenguaje, lengua y comunicación oral. v2.0

Nos pasamos más horas de las que nos damos cuenta realizando algo tan cotidiano como es el acto comunicativo, que no nos damos cuenta de ello. Pero además, no somos conscientes de que cuando lo estamos llevando a la práctica, detrás hay muchas horas de practicar y formarnos, y que no se ven. Y así es la labor del profesor. Por eso es tan importante que reconozcamos como maestros nuestra obligación de trabajar esta competencia de tal manera que en nuestros alumnos crezca desde dentro con la naturalidad con que fluyen las palabras.

-Objetivos de la actividad-


La actividad cuenta con dos bloques de objetivos bien diferenciados: trabajar la competencia de comunicación oral, y trabajar con dos alumnos que presentan dos situaciones concretas, por las que necesitan una ayuda especial.

Los primeros, los que queremos trabajar con los alumnos, son los que están reflejados después en la evaluación, y son:


-El tema y la justificación-


El tema que he elegido, y que puede ser muy interesante en cuanto a que puede fomentar la participación de todo el grupo-clase, y que además puede ser muy divertido responde a la pregunta general: “¿Qué hay que hacer en nuestro cole para que sea el mejor?”

Puede que este sea un tema lo suficientemente amplio como para poder plantearlo en cualquier curso de primaria, incluso cursos posteriores. Y me parece que esto es así porque podremos comprobar como las respuestas seguramente se ajustan a cada etapa del desarrollo de nuestros alumnos. Paso a detallar como preveo que sería hacer la actividad por ciclos, y la relación del contenido con las mencionadas etapas del desarrollo.

- Para los cursos más bajos (primero y segundo), las respuestas que nos darán forman parte de su pensamiento preoperacional, donde a penas ha aparecido el razonamiento mental, y el egocentrismo es el protagonista, junto con un sistema de creencias mágicas.

- Para los cursos intermedios (tercero y cuarto), obtendremos respuestas que parten desde una perspectiva que se corresponde al estadio de las operaciones concretas. Esto quiere decir, que lo más probable es que lo que los alumnos buscan de una escuela son las situaciones que ellos ya han vivido en otros entornos y que para ellos resultan agradables. Recordemos que Piaget y Gelman nos indican como la reversibilidad de las cosas es algo que permite a los niños de esta edad a entender que una cosa que han vivido se puede replicar en otros ambientes.

- Para cursos más avanzados de primaria (quinto y sexto). Aquí empezaremos a notar que las respuestas y la participación de los alumnos se acercan al pensamiento operacional, aunque aun es pronto para asegurar esta afirmación. Los supuestos casos que planteen, las respuestas que darán, o las ideas que propongan, oscilarán entre los pensamientos que se basan en la propia experiencia, como comentaba antes, y el pensamiento de situaciones hipotéticas que no han vivido aun.

-Normas de convivencia-


Las normas de convivencia son unas directrices que están pensadas para crear un buen clima de trabajo, estudio y disfrute en el aula. Esta es una actividad de clase, y que es posible que se haya dado ya antes, por su carácter distendido. No parte de unos conocimientos teóricos nuevos, si no que parten de los conocimientos previos. Por eso, no es una actividad que requiera normas de convivencia distintas a las que están en el aula desde el principio de curso. Estas están formadas por las siguientes frases, que han puesto los alumnos con ayuda del profesor:

  • Para poder ser escuchados por los demás, cuando no estoy hablando, escucho a mi compañero.
  • Pide el turno de palabra. Esta es una clase de chicos educados, y no un mercado, donde hablamos cuando queremos.
  • Si un compañero necesita una mano, yo tengo dos para ayudar.

-Desarrollo de la actividad-


Teniendo en cuenta las ideas sobre el tema y la justificación, creo que los cursos más adecuados para hacer esta actividad son quinto y sexto. Podemos llevar algunas preguntas de andamiaje, más o menos en función de la experiencia previa que tengamos de la participación de nuestro grupo. La primera pregunta, es la que rige el hilo conductor: “¿Qué hay que hacer en nuestro cole para que sea el mejor?”. Para responder a la pregunta haremos parejas, y que lo comenten entre ellos. Como apoyo a esta pregunta, para completar y concretar respuestas, podemos servirnos de estas preguntas complementarias:

- Que vean que cosas quiere cada uno que haya en un colegio.
- Que echan de menos en un colegio.
- Que harían de manera distinta en el colegio.
- Que cambiarían. 

Y les pedimos que después de hablar, cada uno anote en un post-it las ideas del otro compañero. Aunque es cierto que esta primera propuesta no respeta el objetivo de dar la libertad de expresión a cada alumno porque forzamos la comunicación entre los alumnos, asegura unos cimientos sobre los que empezar a trabajar, y crearemos así un ambiente adecuado que favorece la participación de todos los alumnos, puesto que han participado de manera cómoda en primer lugar.

Las parejas dejaremos que las hagan por afinidad, para que el alumno que le cuesta hablar se sienta con la suficiente confianza para expresar su opinión. Y de igual manera, el alumno que tiende a imponer sus ideas buscará a algún compañero al que le resulte fácil convencer o buscará a un compañero con un estatus sociométrico similar. Para evitar que suceda esta última situación, lo recomendable sería tener en cuenta el sociograma del grupo, que tendremos bien claro después de la observación directa que habremos tenido con nuestros alumnos durante los meses previos a la actividad, para hacer el emparejamiento nosotros, pero respetando la afinidad de nuestros alumnos, y controlar así con quien se pone el alumno con la tendencia a imponer sus pensamientos.

A continuación haremos la puesta en común. Para ello retiraremos las mesas que sean necesarias para crear un semi círculo con las sillas en torno a la pizarra. Una vez que hayamos preparado la disposición del mobiliario, pediremos a los alumnos que vayan saliendo y peguen en la pizarra las ideas que tienen en los post-its. Podemos pedirles además, que escriban su número de lista, por si hiciera falta quitar y volver a poner todos los papeles, y controlar que no falte ninguno.

No hace falta que lean lo que han escrito, porque seguiríamos imponiendo la participación. Lo que haremos será ejercer la labor de moderadores del diálogo. Leeremos una frase al azar, y preguntaremos que opinan al respecto, si están a favor o en contra de lo que han escrito sus compañeros. Además podremos proponer, que al acabar de hablar de cada propuesta, el autor de la misma explique por qué la ha puesto. De esta manera, podemos asegurarnos que el alumno que no acostumbra a participar, como ha visto que su sentencia cuenta con apoyo de sus compañeros (aunque no tiene por qué ser de toda la clase), se sentirá con la confianza suficiente como para participar.

Para ayudar al alumno que por el contrario, prefiere imponer su opinión y no respetar a los demás, podemos recurrir al sistema tradicional del condicionamiento operante de Skinner. Pero dándole la vuelta, y centrándonos en reforzar las conductas deseadas, en este caso, el respeto del turno de palabra, el tono de voz, el momento de hablar-escuchar de cada uno. Por eso, si nosotros decimos que una participación activa, escuchar a los demás, se hace bien, obtendrán los refuerzos positivos que tengamos implantados en el aula. Recordemos que la teoría de los refuerzos nos indica que reforzando las conductas deseadas, reemplaza las conductas no deseadas.

-La evaluación-

Optaré por el modelo de evaluación por rúbricas, empleando la rúbrica que aparece a continuación, y que elaboro previamente, ajustando los niveles y los indicadores a los objetivos que me propongo en la actividad.

La rúbrica tendrá una doble apariencia: una primera, con los niveles de cada indicador, para evaluar nosotros los profesores a los alumnos; y una segunda, con los mismos indicadores, pero adaptada, para que sean los propios alumnos quienes se evalúen.

Al recoger los resultados, tendré un momento de encuentro con cada alumno, y comentemos la rúbrica que han rellenado ellos, y comparar, si hiciera falta, cómo se ven y cómo les vemos nosotros. Si el grupo y los alumnos están desarrollando ya el razonamiento lógico, podríamos preguntarles cómo creen ellos que pueden cambiar aquello que necesitan mejorar. Si aún son pequeños para hacer que lo cuestionen (aunque poco a poco, se les puede ir haciendo que desarrollen esa metacognición) se lo podemos decir nosotros, como propuesta de mejora, nunca como deber. Es mejor acompañar en el camino del aprendizaje, que empujar.

Una vez que hemos hecho el contraste con cada alumno, y sabemos que ellos son conscientes de lo que hacen bien y de a lo que tienen que dedicar un poco más de tiempo, podremos hacer una retroalimentación en clase, con todos los alumnos, diciéndoles a cada uno un aspecto que mejorar, y uno en el que destaquen.




Después de comentar cómo ha ido cada uno, también es bueno que expresen su opinión respecto de la actividad. Así nosotros sabremos que tal lo hemos preparado, y qué aspectos han ido bien y cuáles tendremos que mejorar.


-Conclusión-


Una actividad realmente complicada, puesto que empezamos a plantear situaciones hipotéticas de como deberíamos actuar. Nos centramos en llegar a la mayoría, pero olvidándonos de las necesidades de cada uno.

Una cosa que he aprendido con la actividad, y después de haber trabajado los contenidos teóricos del bloque, es que la competencia de la comunicación oral no es solo hablar “alto y claro”, si no que también es igual de importante escuchar.

Creo que nos ha preocupado durante tanto tiempo escribir bien, que hemos olvidado el componente oral y de escucha. Tanto es así que deriva, en mi opinión, a una sociedad que no escucha, que no nos entendemos, porque no sabemos expresarnos.

-Bibliografía y webgrafía-


Santrock, J.W. (2006). Psicología del desarrollo. El Ciclo Vital. Décima Edición. España: Mc Graw Hill.

Labajo, I. (2015). La competencia lingüística. Surial.

Jiménez, J.R. (2010). Evaluación de la competencia comunicativa. Intervención de la inspección. Junta de Andalucía-Consejería de educación.

Crespo, M.G. (2014). Evaluar con estándares de aprendizaje: las rúbricas II. Recuperado de http://blogs.elcorreogallego.es/gigasdetiza/2014/11/06/evaluar-con-estandares-de-aprendizaje-las-rubricas-ii/ . Consultado el 22 de febrero de 2017.

Pixiesinpanoly, (2008), El condicionamiento operante de B.F.Skinner. Recuperado de http://www.monografias.com/trabajos15/condic-skinner/condic-skinner.shtml#APORTE . Consultado el 22 de febrero de 2017.

viernes, 24 de marzo de 2017

Actividad Bloque 2 . Comunicación escrita: la lectura .

En algún lugar de un libro hay una frase esperándonos para darle sentido a la existencia.
Cervantes.


Quería empezar la actividad del bloque dos de nuestra asignatura con esta frase, porque hace referencia de manera directa e indirecta, a tres de los conceptos que vamos a trabajar, y que hemos visto durante todo el bloque: la lectura, la enseñanza de la misma, y la metacognición.

El doble objetivo de este bloque podría ser perfectamente aprender los procesos para adquirir la competencia lectora, puesto que nosotros, con seguridad, no lo hiciéramos bien en su momento, y también aprender los procedimientos por los cuales seremos capaces de enseñar a adquirir dicha competencia.

El texto


Para llevar a cabo la actividad, he optado por un texto literario, un cuento, que por su brevedad y sencillez de vocabulario, podríamos trabajar en el primer ciclo de primaria. Además es una temática muy divertida, que juega con la imaginación de los niños, lo que nos puede ayudar a trabajar competencias transversales, como por ejemplo las propias de ciencias naturales (competencia científica) o las de plástica (competencia artística).

El cuento se llama “CUANDO LAS TORTUGAS NO TENÍAN CAPARAZÓN”.

A continuación os dejo un enlace para que podáis leerlo. Cuento aquí.

Me baso para poner la edad recomendada en torno a los 7-8 años, porque en este momento los niños se encuentran en el estadio de las operaciones concretas, y por ello, ya son capaces de imaginar aquellas situaciones imaginarias que les planteemos, como es la historia de este cuento.

Actividades previas a la lectura.


Aprovechando el título del cuento, vamos a poder plantear una actividad que busca crear la expectación necesaria previa a la lectura. La pregunta que podemos hacer a nuestros alumnos, y para la cuál pondrán su creatividad a funcionar es: “¿Cómo creéis que eran las tortugas cuando no tenían caparazón?” Incluso podemos preguntarles cómo creen que han llegado a tenerlo.

Como surgirán muchas teorías al respecto, habremos despertado la curiosidad de nuestros chicos por saber cómo eran las tortugas antes, y estarán deseando leer el cuento.


Actividades durante la lectura.


Aquí será donde de verdad pongamos a funcionar nuestras capacidades se “supermaestros”.

La lectura es el momento en el que el niño transformará aquello que aparece escrito en información. Es decir, es el momento de interpretar. Pero también de comprender. Y para que esto último se haga de la mejor forma posible, debemos optar por proponer a los niños una lectura silenciosa.

Mientras les alumnos están leyendo, nosotros nos emplearemos a fondo. Debemos cuidar que los niños estén realizando correctamente la lectura. Prestaremos especial atención a nuestros pupilos, fijándonos en los siguientes aspectos:

- Si se ayudan de los dedos.
- Si realizan movimientos regresivos.
- Si subvocalizan.
- Si la distancia de los ojos al papel es inferior a dos palmos.

En el apartado de evaluación encontraremos cómo proceder en caso de detectar alguno de los errores anteriores.

Actividades para después de leer.


Tipo de actividad: actividades de memoria a corto plazo.

Plantearemos un breve cuestionario, tipo test, donde los alumnos podrán demostrar la comprensión del texto.

1. ¿Dónde vivían las tortugas?
  1. En la selva.
  2. En la playa.
  3. En la sabana.
2. ¿Quiénes querían comerse a las tortugas?
  1. Los humanos, los leones y los tigres.
  2. Los tigres y los cocodrilos.
  3. Los leones, los tigres y los cocodrilos.
3. ¿Cuál de estos ancianos habló en la reunión?
  1. Shifu.
  2. Pandó.
  3. Tai Lung.
4. ¿Qué propusieron las hermanas Posa y Pica?
  1. Meterse bajo tierra.
  2. Trepar a los árboles.
  3. Comprarse un abrigo especial.
5. ¿Qué hizo salir corriendo a las tortugas?
  1. Sonó un terrible rugido.
  2. Apareció un cocodrilo.
  3. Cayó un rayo.
6. ¿Quién quería ayudar a las tortugas Oil y Ojen?
  1. Un tigre.
  2. Un pino.
  3. Una ardilla.
7. ¿Qué les propuso el nuevo amigo a las tortugas?
  1. Que se fueran a otro país.
  2. Que no salieran de sus escondrijos.
  3. Que se pusieran resina y corteza de árbol para protegerse.
8. ¿Qué pasó con el león?
  1. Que no pudo comerse a las tortugas, por la corteza.
  2. Que arrancó las cortezas y se comió a las tortugas.
  3. Que fue a buscar ayuda a un tigre.
Tipo de actividad: actividades para favorecer la atención.
Vamos a trabajar la atención con un fragmento del cuento. Se han cambiado algunas palabras, pero se mantiene el contenido de la historia. A ver si eres capaz de encontrar las diferencias.

"- He pensado que, tal vez, si os pusieseis de mi resina, y pegarais cortezas de mi tronco a ella, pondríais difícil a vuestros enemigos los festines de mediodía.
Así lo hicieron las dos tortugas, y volvieron a la playa. Con un lento caminar por el peso que llevaban en su cuerpo, apenas se les veía las cabezas y las patas."

"- He pensado que, si os ponéis mi resina, y pegáis cortezas de mi tronco a ella, vais a poner las cosas difícil a vuestros enemigos.
Y eso hicieron las dos tortugas. Volviendo a la playa, caminaban muy lento, debido al peso que llevaban en su cuerpo. Además, no se les veía ni las cabezas ni las patas."

Tipo de actividad: favorecer la habilidad visual.

Encuentra las palabras repetidas de cada columna. Tienes 15 segundos por cada columna.

Tipo de actividad: actividad de comprensión.

Cada una de las siguientes frases resume un fragmento de los de abajo. Relaciona las letras.

[_] Eran la comida de los animales salvajes.
[_] Las tortugas trepadoras.
[_] La solución.
[_] El león se quedó sin comer.

A. Si os pusieseis de mi resina, y pegarais cortezas de mi tronco a ella, pondríais difícil a vuestros enemigos los festines de mediodía.
B. Eran animales de carne dulce y tierna, el bocado preferido de tigres, leones y sobre todo, cocodrilos.
C. Dando un fuerte rugido, el león se lanzó sobre ellas. De una a la otra, y de la otra a la una, no podía clavarles el diente, y después de un largo rato… se marchó de aburrimiento.
D. Posa y Pica salvaron sus vidas subiéndose a un enorme árbol.

Tipo de actividad: actividad para mejorar la anticipación ocular y la lectura en voz alta.

Para leer el texto hay que completar las letras que faltan. Antes de leerlo en voz alta, hay que prepararlo hasta que salga bien.

Cu_ndo las vi_ron sus amig_s, s_ rier_n de ell_s. Per_ ces_ron las burl_s cu_ndo un l_ón saltó s_bre las tort_g_s, comiénd_se a _na. S_lo qu_d_ban en la pl_ya Oil, Ojen y _l le_n. Oil y Ojen s_ esc_ndier_n b_jo las cort_zas, despidi_ndos_ un_ d_ la otr_: - ¡Adió_ Ojen, q_erida a_iga!. - ¡Qué te_gas su_rte Oil!


Evaluación.


Para evaluar la adquisición de la competencia lectora, hay que dividir cada una de las partes, puesto que los procesos requieren ajustarse a cada situación.

En la primera parte, durante la lectura silenciosa, la evaluación se produce por observación directa. Aunque ahora pondré los indicadores en los que nos basaremos, he de decir que es necesario corregir cualquier anomalía que detectemos en el proceso. Ese es el momento en el que hay que hacer la indicación, y no después. Por eso, en esta parte de la evaluación, el alumno recibe la valoración del profesor en ese mismo instante.


Para evaluar el resto de actividades, además de recoger los resultados de cada una de ellas, con ellos puedo completar un valoración por niveles. La misma valoración se la harán los alumnos, en una autoevaluación.

Después, con todos los datos recogidos, haré un contraste con cada alumno, destacando los aspectos positivos, y animando en aquellos que puedan necesitar ayuda. Con este método, basado en el acompañamiento de todo el proceso, conseguiremos que los alumnos adquieran la competencia de manera natural, y disfrutada.

He aquí los ítems a valorar y los niveles (para el profesor):



Y aquí la autoevaluación del alumno:


Como he comentado antes, una vez completadas las dos tablas de evaluación (la del profesor y la del niño), iremos dando individualmente a cada alumno los observaciones y comentarios que deducimos de las dos evaluaciones.

Conclusión.


Los trabajos van subiendo de nivel poco a poco, pero es lo que toca cuando nos vamos acercando a la meta. Lo digo porque cada vez nos tenemos que esforzar más, y ser más creativos.

Sigo pensando en que las actividades que hacemos, quizá aunque cumplen con el hecho de reflejar el aprendizaje de la teoría, se nos empiezan a quedar escasas en cuanto a que estamos trabajando poco a niveles prácticos. Quizá necesitaríamos hacer una actividad del bloque 2 por duplicado, para coger mucha más soltura, o incluso mejor, incluir al menos dos actividades de cada tipo. Pero claro, esto juega en nuestra contra, en cuanto a que si una actividad como esta ya cuesta de normal bastantes horas, se nos podría ir demasiado el tiempo para completar la tarea.

Empiezo a cuestionarme hasta que punto necesitaríamos alguna instrucción del tipo "De las edades comprendidas entre tal y tal año, la lectura se hace así. La fluidez debería ser de esta otra manera. Y la comprensión de esta otra". Quizá debe ser una competencia nuestra el saberlo con precisión, pero creo que hasta que no tengamos experiencia real, no podremos ajustar las cosas con más precisión.

Una cosa que me ha gustado mucho es reencontrarme con las actividades para trabajar después de la lectura. Me han trasladado a muchos años atrás, cuando era el alumno que dedicaba una o dos tardes a realizar esas actividades. Libros como "El rey Simplón, "Mumú", "La gota de lluvia" "Ese no es mi zoo" o "El club del Camaleón" han vuelto a mi memoria, y me han servido para reafirmar el querer volver a un aula, aunque con otro papel, para disfrutar de cada momento que nos regala un libro.

Bibliografía.


- Labajo, I. Didáctica de la Lengua Española.

- Labajo, I. Juegos de lectura.

- Botrán, J. Lectura eficaz. Juegos de lectura 84. Ése no es mi zoo.

- Santrock, J. (2006), Psicología del desarrollo. El ciclo vital. McGrawHill. Décima edición. pp. 316 y 317.


Nota aclaratoria: el cuento es mío, de hace algunos años, que presenté a través del colegio al concurso de "Literatura Ilustrada" del distrito de la Latina" Por favor, no comentarlo para mantener la sorpresa a futuros compañeros que accedan a esta actividad, y que lean primero los comentarios antes que la propia actividad.